Las regiones de Amazonía, Cerrado, Gran Chaco, Pantanal y Pampas representan cerca del 65% de la superficie de América del Sur. Están compuestas por extensos bosques, selvas, humedales, pastizales y sabanas que son claves para regular los ciclos del clima, del agua y del carbono y que albergan una enorme biodiversidad, incluyendo especies endémicas y en peligro de extinción.
Sin embargo, en las últimas décadas miles de hectáreas de estas regiones han sido transformadas para uso agropecuario. Esto ha sido motivado, entre otras cuestiones, por el aumento de los stocks ganaderos y por el desplazamiento de la ganadería hacia zonas más marginales por el crecimiento de la producción de commodities agrícolas. Entre los años 2000 y 2019 se transformaron aproximadamente 56 millones de hectáreas de ecosistemas naturales 1 a uso agropecuario en estas regiones (casi un 8% de los 788 millones de hectáreas analizadas), área mayor a la superficie de la República del Paraguay.